El Crisantemo, la flor de otoño

El otoño trae consigo una de las flores más características: el crisantemo. Se trata de una planta que encierra una importante carga simbólica.

El origen

Se tiene constancia de que el crisantemo ya se cultivaba en China desde épocas muy remotas. Conocido como Júshū (菊属), en el continente asiático simboliza la longevidad y es habitualmente utilizado como flor ritual.

Posteriormente cruzó el mar para llegar a Japón, donde alcanzó la categoría de emblema nacional. En el país del sol naciente es conocido como kiku (菊) y está presente tanto en el escudo o sello del país como en la propia familia imperial. De hecho, el nipón es conocido como el trono del crisantemo.

Llega a Europa

La flor más característica del otoño llegó a Europa a finales del siglo XVIII y comienza a cultivarse en España a principios del siglo XIX. El nombre por el que la conocemos (su denominación científica: Chrysanthemum) procede del griego krisous (dorado).

Principales características

Precisamente adquiere su nombre por considerarse una “Flor dorada”. Hoy en día podemos encontrar crisantemos en amarillo, rojo, blanco, naranja o violeta.

En cuanto a sus hojas, estas pueden ser lobuladas o dentadas, ligulosas o rugosas, de color variable entre el verde claro y oscuro, recubiertas de un polvillo blanquecino que le da un aspecto cercano al gris.

Consejos y cuidados

El lugar ideal para los crisantemos es al exterior.  Requiere de sol para formar sus botones florales y podas drásticas después de la floración.

Necesita estar húmedo, pero nunca encharcado.

Se recomienda abonarlo cada semana en la época de crecimiento.
En cuanto a las plagas que le afectan, es necesario estar alerta ante posibles ataques de pulgones, cochinillas, araña roja, botritis y oidio.

Propiedades

Principalmente se utilizan en jardinería, aprovechando su largo periodo de floración. En Asia también es empleado como alimento o para la elaboración de té para el desayuno. Otras propiedades son la medicinal, como insecticida y depurador del aire.

Cultura

Como ya se ha comentado, alcanza el grado de emblema nacional en Japón. En España, dado que su floración se produce en otoño, se ha asociado tradicionalmente a los ritos de homenaje a los difuntos, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos. En otras culturas, como en México, también es común su utilización en la festividad de los enamorados, por ejemplo cada 14 de febrero.

El Ayuntamiento de la ciudad de Chicago, en los Estados Unidos, la designó flor oficial de la ciudad el 17 de junio de 1966.